16. MÚSICA Y PANDEMIA: Gente Real En Un Mundo Irreal:


Como amante de la música, desde hace algunos días me he estado preguntando de qué manera otras personas experimentan sus efectos, cómo han lidiado con estos meses de encierro y extrañas soledades, cómo han alimentado sus días y sus noches. Qué está pasando con las personas corrientes que debían ir a su trabajo y no pueden, que querían ver a sus seres queridos y no les era posible,  A ello se sumó la  maravillosa oportunidad que tuve de encontrar a 3 personas fabulosas, que comparten mi pasión y a quienes no podía dejar de invitar aquí, a nuestro programa. Ven, vamos a la calle, acompáñame a descubrir personas reales en un mundo irreal mientras reflexionamos sobre MÚSICA Y PANDEMIA.

En cada episodio de Fin del Mundo Podcast procuro hacer exploraciones interesantes que nos ayuden a reflexionar sobre situaciones del día a día que se presentan con mayor complejidad de la que aparentan. A lo largo de esta temporada hemos transitado por múltiples aspectos de la condición humana mediante la literatura, el cine, la filosofía y la psicología. Los testimonios y las voces que alimentan nuestros episodios son un fundamento que siempre procuro ofrecer, pues la pluralidad ayuda a construir mejores sentidos y significados de esto que consideramos como La Realidad. 

Hoy es muy importante que escuches el episodio con audífonos, aunque siempre lo recomiendo, particularmente en algunos programas como este, la calidad de los audios, los paisajes sonoros y la música genera una experiencia más envolvente si los usas. 

La música es una de las expresiones más complejas del espíritu y el pensamiento humano. Está ligada a nosotros desde siempre y hay registros que evidencian que desde la prehistoria (es decir, antes de que pudiésemos contar nuestra propia historia como especie) ya nuestros antepasados danzaban, gesticulaban y producían sonidos para celebrar estados anímicos. Posiblemente todo esto se vino a configurar luego en ritos y asociaciones más teatrales, pero la música es inherente al ser humano. No podemos verla como algo artificial que producimos, es más bien algo… natural. 

Los acuerdos más comunes sobre qué es la música la definen como un un flujo de patrones sonoros, un conjunto de sonidos que organizados pueden producir efectos emocionales en quien los reproduce y/o escucha. De igual manera el silencio cobra vital importancia en la ejecución musical ya que es por su presencia, su duración en los diferentes intervalos, que las piezas musicales organizan su cuerpo para expresa. 

Entonces eso es, una expresión, expresamos con música, sin ser simplistas, pues en realidad es una de las bellas artes que precisamente definen lo que somos como especie, de los que somos capaces, del increíble y casi infinito grado de complejidad que podemos alcanzar usando nuestro raciocinio (aunque a veces el arte como tal se desprenda completamente de la razón)

La música nos acompaña durante nuestros momentos más íntimos, y parece que hay una pieza musical para cada cosa. En el universo musical encontramos siempre un refugio para nuestros estados anímicos y las buenas lecciones de cine no han enseñado también como para cada momento o sentimiento, hay una canción. A veces estamos tristes, acongojados, nostálgicos, buceando en lo más profundo de nosotros. Otras veces ¡estamos sumamente eufóricos, disfrutamos de la histeria y la locura transitoria, la velocidad el volumen! Otras veces simplemente no podemos definir el modo y sabemos que simplemente en la película de nuestras vidas,, algo raro está ocurriendo. En todos estos casos la música refuerza de manera sorprendente nuestras emociones, las determina y puede influir notablemente en la toma de decisiones, mucho más si a ello le agregamos canciones con letra. Nunca podríamos librarnos de la fuerza con la que un buen coro nos sella la memoria. 

Pues bien, como mencioné al principio, hay 3 personas que quiero que conozcas, personas que llevan su vida lo mejor que pueden en este extraño episodio que vive la humanidad, pero que no han renunciado nunca eso que alimenta su espíritu y que a la vez, a través de sí, ayuda a alimentar el de todos nosotros. Ven, vamos a la calle. Acompáñame, salgamos y escuchemos un poco a personas reales en un mundo irreal. 

Pues bien, como mencioné al principio, hay 3 personas que quiero que conozcas, personas que llevan su vida lo mejor que pueden en este extraño episodio que vive la humanidad, pero que no han renunciado nunca eso que alimenta su espíritu y que a la vez, a través de sí, ayuda a alimentar el de todos nosotros. Ven, vamos a la calle. Acompáñame, salgamos y escuchemos un poco a personas reales en un mundo irreal. 



Encontré a Shane y a Brad caminando por Down Town Columbia, un sábado cualquiera. En una esquina abrieron sus cajas de instrumentos, guitarra y bajo, conectaron los cables y  encendieron sus amplificadores. Brad es un joven Afroamericano de unos 25 años con una energía de otro planeta, Shane es blanco, calmado e introspectivo. Lo primero que supe fue que son parte de una banda de 6 músicos que incluye a un ex-trompetista de David Bowie llamada Leonlott the Band, donde experimentan con fusiones de freeish Jazz  y punk.  (Escucha los testimonios en el episodio sonoro)


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Main Street abre un mercado internacional de comida, flores, arte y mucho más cada sábado, aquí en Columbia, por ello muchos músicos comparten su talento en cada esquina de esta calle principal. A Annika , una joven estudiante universitaria la encontré tocando el violín y bailando. Annika es rubia y alta, siempre está sonriente, ¡siempre!.

En su caja, donde recolecta el dinero que los peatones le dan, menciona que con ello puede seguir pagando su academia de Ballet. 

Shane, Brad y Anika me ayudaron a entender un poco más la perspectiva de estas nuevas generaciones norteamericanas que están viendo el mundo, haciendo su música para el mundo, me ayudaron a aproximarme a la música en tiempos de pandemia.

Durante los meses más crudos del confinamiento, empezaron a suceder cosas muy interesantes con nuestro comportamiento. Estar encerrados supuso para muchas personas, millones, el fin de sus trabajos, el principio de enfermedades, sumirse en la depresión o aprender a aceptar la soledad. Algo que sin duda nos ayudó a todos, teniendo en cuenta que las medidas variaron de acuerdo a países y regiones, fue la presencia en nuestras vidas de la tecnología. ¿Puedes imaginarte este episodio de confinamiento durante los noventa? Hoy, gracias a Internet y los dispositivos que nos brindan conectividad 24/7 las formas de entretenimiento ayudaron a que nuestro cerebro estuviera relativamente ocupado. Muchos músicos y artistas utilizaron sus recursos en casa para ofrecer conciertos en vivo, totalmente online, colaboraciones entre cantantes, foros de música. De igual manera se hicieron virales videos de hombres tocando el clarinete desde el balcón de sus casas para el resto de sus vecinos, mezzo-sopranos cantando como en la más selecta de las óperas, o músicos ambulantes en la calle, sobre todo en nuestros países latinoamericanos, ofreciendo serenatas improvisadas para quienes desde la ventana puedan arrojarles algún dinero. 

Aquí ha estado la música presente siempre, en la nueva normalidad.

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La música moviliza, altera, disgrega, sacude, sublima… genera todos estos y muchos más estados en nosotros. Estos son algunos ejemplos publicados en www.consciouslifestylemag.com

1. Emoción

La hormona oxitocina está relacionada a la vinculación que puede existir entre dos personas y puede ser producida por medio del canto. Es por esta razón que un bebé se siente conectado emocionalmente con su madre cuando ella le canta.

Escuchar música crea picos de emociones que incrementan la cantidad de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. Además ayudan a procesar otras emociones como miedo, tristeza, resentimiento y dolor, aún cuando estén presentes a nivel subconsciente.

2. Memoria

En un estudio realizado en la Universidad de California en el 2009, se descubrió que existe una parte del cerebro que asocia la música con recuerdos al experimentar momentos emocionales sobresalientes. Es por esta razón que al escuchar cierta canción puede que venga a tu mente alguna etapa o suceso de tu vida que te haya marcado de sobremanera y con esta las emociones que sentías en el momento.

3. Aprendizaje y Neuroplasticidad

La Neuroplasticidad es la capacidad que el cerebro posee para funcionar de forma adecuada luego de algún daño sufrido. La música tiene la habilidad de proporcionar estímulos que construyan nuevos caminos para ayudar al cerebro a renovarse luego de alguna lesión.

4. Atención

Escuchar música ayuda al cerebro a anticipar acontecimientos y mantener una mayor atención. Aunque en ciertos casos puede también que sean una fuente de distracción y dificulte la capacidad de concentración. Esto depende no sólo de la personalidad sino también del tipo de música que se esté escuchando. Por lo general es mucho más fácil concentrarse con música que no tiene letra o un ritmo movido.




Como pregunta final, quise escuchar por medio de palabras, qué es la música para cada uno de ellos. Digo, por medio de palabras, ya que la respuesta puedo interpretarla también al escuchar sus instrumentos. Para mí la música es un elixir, es un bálsamo que me ayuda a transitar por la vida. Nietzsche decía que la música era un hechizo. Una bruja que pervierte y absorbe y que no tenía nada que ver su procedencia con las musas ni las sirenas, como decían otros filósofos. Estoy plenamente con el filósofo alemán cuando afirma  que “la vida sin música es un un error, una fatiga, un exilio.”


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Algunos datos interesantes relacionados con la Música.

  • En experimentos midiendo la actividad cerebral con músico en  improvisaciones de jazz, se evidenció que desbloqueaban las áreas del cerebro relacionadas con la censura y la inhibición.

  • "Anhedonia musical" es el desdén por la música y lo sufre el 5 % de la población mundial.

  • Desde hace 11 años y de manera consecutiva las ventas de vinilos y cintas (cassettes) han incrementado.

  • Los bebés de dos meses ya son capaces de distinguir entre un sonido agradable y uno que no lo es.

  • No es que seamos puristas de la música porque no nos gusten los covers o diferentes versiones de una canción. Nos gustan más las originales porque fueron las primeras que nuestra mente registró, no porque sean mejores.

  • Los instrumentos musicales más antiguos datan de aproximadamente hace 32 mil años, son flautas fabricadas con huesos de aves que se encontraron en las cuevas de Isturitz en Francia, y Geissenklösterle, Alemania.

  • Hans Zimmer, compositor y productor musical de películas como Gladiator, Inception, Lion King, entre otras, no tiene preparación musical profesional... a excepción de las dos semanas que pasó tomando clases de piano cuando era niño.

  • Científicamente no hay una explicación por la cual el humano posee habilidades musicales, ya que no aportan nada a su supervivencia o evolución.

  • Las canciones que tienes por favoritas lo son porque el cerebro las relaciona con eventos importantes, esto en el 100 % de los casos.

Científicamente no hay una explicación por la cual el humano posee habilidades musicales, ya que no aportan nada a su supervivencia o evolución. Sin embargo, aquí estamos armonizando sonidos para recrear y resignificar la realidad de maneras que sin música, definitivamente no prodríamos. 

La música como arte, es sin duda uno de nuestros mayores logros. Digo nuestros por mi afiliación humana, no porque tenga algún talento especial, musicalmente hablando me declaro analfabeta aunque me guste cantar. Lo que si puedo decir es que soy amante de la buena música y dedico varias horas semanales a disfrutar y explorar viejos y nuevos sonidos. 

En esta exploración con los jóvenes músicos descubrí facetas muy atractivas de personas increíbles. Concuerdo con Annika en que la música es uno de los mejores, sino el mejor vehículo para conectar con las demás personas; la intensidad de Shane y su coraje para llamar a una revolución desde la juventud me llena de esperanza nuevamente, convenciéndome de que todavía un cambio es posible; por su parte, la sensibilidad y honestidad de Brad cuando se expresa con el bajo, corresponde a su idea del valor que la música tiene para él, como religión, como alimento, como la razón por la que se puede levantar cada mañana. 

Si hay algo que quede reafirmado luego de conocerlos, es que la chispa de nuestro ingenio, lo sublime de nuestro espíritu, seguirá expresándose y envolviendo nuestra experiencia humana. Sea cual sea su origen, aunque no le encontremos una finalidad pragmática, aunque sea tan intangible, inasible, inefable… la música vuelve a salvarnos, la música permanece. Nuestro planeta es una burbuja sonora, el sonido no se propaga allá afuera, en el espacio vacío. El universo es entonces en su vastedad, un gigante hermoso, pero silencioso.  si esto no es ya un privilegio y una oportunidad para hacer y disfrutar de las melodías, entonces no sé qué pueda serlo. El Dr. Wayne Dyer dijo sabiamente “No mueras con tu música adentro” Literal, o metafóricamente, sea lo que signifique para ti, creo que no es mala idea intentarlo y sacar nuestra música al mundo. 

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